18 julio 2013

Vacaciones de invierno

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INCURSIONES III
Felices vacaciones— ¡ja, vacaciones!
Y se debate uno entre el deber y el placer. Así son las vacaciones de invierno. Pura ficción novelesca. De la menos deseada, eso sí, porque si fuera por mí, no leería el Lazarillo de Tormes. Me espera The Help, que no es mejor, es simplemente el libro que quiero leer. Un capítulo por semana, venía pensando, un capítulo por semana del libro favorito debe ser suficiente, con eso basta. Y la rutina no se altera y uno se da el gustito. ¿Y si me muero antes y no lo leí?

En el parque la gente está como de domingo, de lo más pancha, y hoy es miércoles. Las chicas de pecheras azules trotan al son de alguna balada, y entre cabellos al viento y fiereza que raya en lo masculino se dicen que entrenan, Dios sabe para qué partido, juego o campeonato. 

El fondo no es el río, no todavía. Antes me nublan la visión los muchachos del coso, todo un espectáculo. Saltan, se agachan, lo atrapan, se agarran la cabeza, el coso que vuela... Es fantástico. Tienen un lenguaje propio. Es que no necesitan hablar, entendés; juegan al frisbee

Una buena torcedura de cadera, la brazada justa, la cadencia de viento apropiada y, ¡zaz!, lo cazan con las manos como quien mata un mosquito, palma con palma, aplauso fortuito. No tienen el casco blanco con franjas azules, pero lanzan como lanzan los yanquis que juegan al béisbol en las películas yanquis con actores yanquis que, de tan jóvenes y tan viejos, más vale no buscarlos en la sección actual de Imágenes de Google para no asustarse.

* * *
Vacaciones de invierno, franja horaria del dilema hacer lo que debo/escapar; hacer lo que quiero. En mi radio suena Johnny Nash. "I can see clearly now, the rain is gone..." Lo envidio, en secreto.

Mientras tanto, los minutos se escurren entre otras manos que apuntan más tareas y reuniones y más encuentros y proyectos en las hojas de una agenda ya maltrecha pero, al fin, 2013. ¿Para qué los planes, los días, los juegos, los programas, el paseo, la ropa arriba de la cama, la película, el invierno? 

Corren los chicos con la pelota, ciega el sol, descansan los coches y descansan los padres, según pasan las horas. Vuelven los colores y las guardas a los Silos; el sol se pone en cobarde, nos deja en sombra al tiempo que les devuelve la luz.

No es verdad. Acá la radio me dice que mañana empieza a refrescar, que llegan las heladas, que va a llover. No es verdad, mirá este sol de mangas cortas, fijáte en el cielo.

* * *
Es miércoles pero es domingo. En aquel rincón del verde, junto a la barranca, de todos los lugares, todas las sombras, justo él tenía que estar. El saludo, la sonrisa, los acompañantes, el chocolate. 

La personalidad sí que es un secreto bien guardado —muchas veces contradicho— por la apariencia física y la conversación trivial. 

Cinco años pasaron. Cinco años no es nada; pero es suficiente. Los espacios corridos no me importan. Tantas veces que te encontraba en la calle, que a la vuelta de esa vereda, que los rayos, las bocinas, sin los lentes, con el casco, sin micrófonos; tantas veces y no tantas que te ví, o creí verte, o te ví en sueños, a través de la vista empañada por el viento y el tiempo, los caños de escape, los días. Tantas veces antes que fue una ahora y que ahora al verte en el verde sentado, contento y sonriente, igual pero sinónimo al que fuiste, me aburrí. Me aburrí de encontrarte, de que digas tan poco y nada, de que digas lo que digas igual me aburrías, y cumplieras en la vida el mismo rol que en el sueño. Y al final qué importa si te encuentro ahora o después, o siempre y nunca, si total te ves tan aburrido, y cada vez que te encuentro estás en otro; y en todas tus versiones eres mejor que tú.

* * *
El deber toca la puerta. El sol radiante, el frío ausente, un invierno mediante. ¡Y se debate uno entre el deber y el placer! No sé ni para qué nos gastamos, si así son las vacaciones de invierno. Quiero, quiero, quiero; debo, debo, debo: hago lo que debo. Lo otro me lo debo. Fin de la vacación. ◘ ◘ 

INCURSIONES PREVIAS
Acerca de esta sección
INCURSIONES nace en mayo de este 2013 casi a modo de improvisación ante la necesidad de dar cabida en "DyR" a aquellos escritos breves que oscilan entre los marcos de la no ficción y el microrelato. Entre las instrucciones básicas de lectura de estos textos, sugiero: 1- No pretender instrucciones de lectura al respecto. Fin de la comunicación.


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